Ironías de la Vida


Probablemente estos cerditos tuvieron que recorrer a pie el trayecto de sus vidas. Sin embargo, como un capricho de las circunstancias para acelerar el final de su existencia, son llevados a toda máquina en una moto hacia el lugar donde serán sacrificados para convertirlos en el chicharrón o “puerco asao” de la cena de Nochebuena. ¡Ironías de la vida: la alegría de unos, la desgracia de otros! Foto: imágenes dominicanas.com

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